Las actrices de Chilevisión y TVN trabajan en Coartre, corporación que rehabilita a reos a través del teatro. Charlas en la cárcel, talleres y gestión de recursos son parte de su trabajo.
Visitar la cárcel, recorrer sus celdas y vivir el encierro puede resultar intimidante para algunos, pero no para Esperanza Silva. La actriz ni siquiera se sonroja ante un piropo subido de tono que baja desde una galería. Ella los mira de frente y les responde sin titubeos. "Tras años de trabajar con reos o ex convictos, aprendes a manejar sus códigos y a romper el hielo. A choro, choro y medio. Además, desde que me trataron de acuchillar en el sur, soy la ídola de la cárcel", dice Silva. Y agrega: "Aún tengo marcas de cuchillos en el cuerpo, igual que ellos. Ese trance fue una paradoja, pero nunca puse en duda el seguir trabajando con reos", asegura la actriz de Viuda alegre, quien junto a María José Prieto son directoras y relacionadoras públicas de la Corporación Cultural de Artistas por la Rehabilitación y Reinserción Social a Través del Arte (Coartre).
Se trata de una agrupación que trabaja para rehabilitar a reos con talleres de teatro y, además, reinsertar a ex reclusos con capacitación laboral. "Desde niña que soy amiga de Jacqueline Roumeau, actriz y fundadora de esta corporación. Por ella supe de este trabajo, y me emocioné hasta las lágrimas cuando vi por primera vez una obra de reas. Desde entonces que trabajo en esta institución", recuerda Silva, quien suma 10 años en esta labor.
El caso de María José Prieto es similar, aunque ella se incorporó en 2004. Ella dice: "Me conmovió mucho ver en escena a reos, mostrando sus ganas y esfuerzo por surgir a través del teatro. En ese instante decidí ayudar a mi amiga Esperanza, para trabajar con ella en esta hermosa causa".
Se trata de una agrupación que trabaja para rehabilitar a reos con talleres de teatro y, además, reinsertar a ex reclusos con capacitación laboral. "Desde niña que soy amiga de Jacqueline Roumeau, actriz y fundadora de esta corporación. Por ella supe de este trabajo, y me emocioné hasta las lágrimas cuando vi por primera vez una obra de reas. Desde entonces que trabajo en esta institución", recuerda Silva, quien suma 10 años en esta labor.
El caso de María José Prieto es similar, aunque ella se incorporó en 2004. Ella dice: "Me conmovió mucho ver en escena a reos, mostrando sus ganas y esfuerzo por surgir a través del teatro. En ese instante decidí ayudar a mi amiga Esperanza, para trabajar con ella en esta hermosa causa".
Silva llega a la Penitenciaría, en calle Pedro Montt, y ya en el óvalo de la cárcel se para frente a un grupo de reos y les habla sobre los próximos talleres de teatro que la institución ofrecerá en el lugar. Los reclusos la escuchan con atención, mientras otros que permanecen en sus celdas piropean a la actriz y le juran fidelidad: "Aquí todos la vemos en Viuda alegre, mi amor", le dicen algunos. La acompañan Jacqueline Roumeau, presidenta ejecutiva de Coartre y profesora de los talleres, además de un grupo de ex reos que dan fe de su rehabilitación. Todos bajo la atenta mirada de gendarmes, que custodian que todo esté bajo control.
La actriz de TVN es foco de atención, silbidos y comentarios de toda la población penal. Pero ella está lejos de sentirse intimidada. "Les hablamos en sus códigos, pero también rayamos la cancha. Hay mutuo respeto. El teatro es terapéutico y tiene el don de humanizar. Por eso nuestra relación como actrices conocidas con esta gente que viene de la marginalidad es tan fluida", explica Silva, que a lo lejos reconoce a un recluso y lo saluda.
De la cárcel a Icare
Según explican las actrices, su labor como relacionadoras públicas incluye desde reuniones semanales en la sede, hasta gestión ejecutiva con instituciones y empresas. "Debemos asistir a todos los talleres, ir a las reuniones con empresarios, dar charlas en la cárcel, negociar y gestionar la colaboración de instituciones tan jerárquicas, como Gendarmería. Parte de nuestro trabajo es, también, promover la responsabilidad social de las empresas, que en este caso significa que les den trabajo a un ex reo", explica Silva. Y Prieto apunta: "Con la Esperanza vamos a los principales eventos de los empresarios, desde Icare hacia abajo. Allí llegamos con nuestros pendones institucionales, repartimos folletos e informamos a las empresas de nuestra labor. Somos la cara pública de este trabajo desconocido, que en lo personal me llena el alma". Y añaden que trabajan ad honorem. "No buscan prensa para figurar", apunta la presidenta ejecutiva de Coartre.
Además, Silva y Prieto animan el Festival Escenarios del Alma. El evento teatral reúne cada verano, en la Quinta Normal, las obras interpretadas por personas en riesgo social. Son tres semanas, en que las actrices se alternan como anfitrionas para presentar montajes como Colina 1, tierra de nadie o Pabellón 2 - Rematadas. La acción de Coartre se extiende también a regiones, por lo que Esperanza Silva ha visitado otras cárceles. "En la cárcel de Rancagua me pasó que andaba con vestido, pero con calzas. Estaba sentada frente a los presos, cuando cruzo las piernas y escucho un ¡uh! Entonces me paro, me levanto la falda y les digo ¡No verán nada más, porque llevo calzas! Ahí me los gané", recuerda la actriz.
Entre los logros de la corporación, Prieto y Silva destacan la obtención de una sede en el barrio Bellavista, facilitada por la Municipalidad de Recoleta. También, Coartre ha ganado fondos concursables para llevar sus montajes a cárceles de Argentina y Brasil. El próximo viaje será a España, durante junio. El elenco de Colina 1, Tierra de nadie, dirigida por Jacqueline Roumeau, se presentará en una cárcel de mujeres en Madrid, donde además realizarán talleres de teatro a las reclusas.María José Prieto reconoce que esta temporada ha debido correr entre grabaciones de la telenovela de Chilevisión, Mala conducta. Pero dice que los talleres son para ella un agrado. "Muchos actores dicen ser socialistas. Pero se limitan a su teleserie de turno y se van a su casa en la playa, pero de labor social nada", remata.
La actriz de TVN es foco de atención, silbidos y comentarios de toda la población penal. Pero ella está lejos de sentirse intimidada. "Les hablamos en sus códigos, pero también rayamos la cancha. Hay mutuo respeto. El teatro es terapéutico y tiene el don de humanizar. Por eso nuestra relación como actrices conocidas con esta gente que viene de la marginalidad es tan fluida", explica Silva, que a lo lejos reconoce a un recluso y lo saluda.
De la cárcel a Icare
Según explican las actrices, su labor como relacionadoras públicas incluye desde reuniones semanales en la sede, hasta gestión ejecutiva con instituciones y empresas. "Debemos asistir a todos los talleres, ir a las reuniones con empresarios, dar charlas en la cárcel, negociar y gestionar la colaboración de instituciones tan jerárquicas, como Gendarmería. Parte de nuestro trabajo es, también, promover la responsabilidad social de las empresas, que en este caso significa que les den trabajo a un ex reo", explica Silva. Y Prieto apunta: "Con la Esperanza vamos a los principales eventos de los empresarios, desde Icare hacia abajo. Allí llegamos con nuestros pendones institucionales, repartimos folletos e informamos a las empresas de nuestra labor. Somos la cara pública de este trabajo desconocido, que en lo personal me llena el alma". Y añaden que trabajan ad honorem. "No buscan prensa para figurar", apunta la presidenta ejecutiva de Coartre.
Además, Silva y Prieto animan el Festival Escenarios del Alma. El evento teatral reúne cada verano, en la Quinta Normal, las obras interpretadas por personas en riesgo social. Son tres semanas, en que las actrices se alternan como anfitrionas para presentar montajes como Colina 1, tierra de nadie o Pabellón 2 - Rematadas. La acción de Coartre se extiende también a regiones, por lo que Esperanza Silva ha visitado otras cárceles. "En la cárcel de Rancagua me pasó que andaba con vestido, pero con calzas. Estaba sentada frente a los presos, cuando cruzo las piernas y escucho un ¡uh! Entonces me paro, me levanto la falda y les digo ¡No verán nada más, porque llevo calzas! Ahí me los gané", recuerda la actriz.
Entre los logros de la corporación, Prieto y Silva destacan la obtención de una sede en el barrio Bellavista, facilitada por la Municipalidad de Recoleta. También, Coartre ha ganado fondos concursables para llevar sus montajes a cárceles de Argentina y Brasil. El próximo viaje será a España, durante junio. El elenco de Colina 1, Tierra de nadie, dirigida por Jacqueline Roumeau, se presentará en una cárcel de mujeres en Madrid, donde además realizarán talleres de teatro a las reclusas.María José Prieto reconoce que esta temporada ha debido correr entre grabaciones de la telenovela de Chilevisión, Mala conducta. Pero dice que los talleres son para ella un agrado. "Muchos actores dicen ser socialistas. Pero se limitan a su teleserie de turno y se van a su casa en la playa, pero de labor social nada", remata.
Fuente: Glamorama
1 comentario:
Q lindo q actrices como ellas hagan obra sociales, eso es muy loable de su parte
cariños para la cote yo la sigo siempre la admiro mucho su papel como flavia me encanta, esta muy lindo este sitio felicidades
Juan Apablaza
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